Esta pieza nace del asombro por las brine pools, formaciones naturales que existen en las profundidades del océano: cuerpos de agua hipersalina que crean una frontera visible, un límite real dentro del mar. Este collar busca capturar ese fenómeno oculto, donde lo desconocido y lo bello conviven en un mismo lugar.
La forma circular encierra un cuarzo ahumado engastado, representando ese umbral entre dos mundos submarinos. El metal, trabajado a mano en plata 950, refleja la calma densa y misteriosa del océano profundo.
Un tributo al silencio del abismo y a los secretos que esconde.